martes, 5 de enero de 2010

O-La importancia del uso del casco

Hoy se ha celebrado la cabalgata de Reyes Magos. En Mijas tenemos 3, una por cada nucleo urbano. A mi me ha tocado en la cala y con moto porque el tiempo ha acompañado.
Una de las cosas que ha cambiado desde que yo iba como espectador a las cabalgatas (que no hace mucho de ello) es que la direccion de los caramelos es la misma, pero el sentido es el contrario. Me explico. Antes los "Reyes", lanzaban los caramelos a los niños, pero ahora es al reves, y suerte tienen los susodichos si solo son caramelos. Me sorprendio mucho escuchar que en un pueblo de Cadiz que prefiero no mencionar, tenian que quitar las naranjas de los arboles para que no se usaran como proyectiles.
Se podria decir, hipoteticamente hablando, que hay un sentimiento antimonarquico a favor de la republica papanoeliana, pero creo que si el señor ese cuya figura invento la cocacola desfilase, tambien seria objeto de los francotiradores.
Logicamente, tirarle caramelos a un rey mago es un poco aburrido y ya se puede aprovechar para tirar cosas tambien a gente que te caiga mal o intentar meter caramelos en algun lugar porque te piques con un colega, dicese platos de gente que esta tomando algo en una terraza por ejemplo.
Una de las victimas potenciales era yo. Tenia que estar de pie en un sitio para que la gente no se metiera debajo de las ruedas de la carroza buscando caramelos (hay gente que se juega una mano por un caramelo de limon). Como soy previsor, llevaba mi casco puesto, y cuando mire como me miraban algunos niños subidos en la primera carroza, decidi bajarme la visera justo a tiempo. Unos 7 u 8 impactos contra diversas partes de mi cuerpo fueron recibidos en cuestion de segundos. Los mas jovenes, jaleados por la muchedumbre infantil, empezaron a lanzarme confetti para intentar ahogarme en el, ya que creo que vaciaron una bolsa entera entre 4 o 5 "niñitas graciosas". Una niña guiri, desconocedora de algunos objetos tipicos navideños seguramente, me lanzo un paquete entero de cintas, pero sin sacarlos del paquete.
Los de la segunda y tercera carroza empezaron el ataque antes de llegar a mi altura siquiera, imagino porque vieron que saldrian impunes ante la ley del menor. Aguante en mi puesto de pie intentando esquivar lo esquivable y escuchando "bings" sobre el casco repetidamente. Algunas de las trayectorias no provenian de las carrozas, pero el anonimato de la muchedumbre ocultaba a los atacantes.
Terminada la tercera carroza abandone mi punto envuelto en confetti (una bolsa por carroza mas o menos) intentando mantener la dignidad y haciendo ver que el ataque no habia conseguido humillarme. Me monte en la moto y me dirigi al siguiente punto dejando una estela tras de mi de cofetis y serpentinas, presto a recibir un nuevo ataque.
Creo que voy a proponer a la Direccion General de Trafico un nuevo anuncio sobre la importancia del uso del casco, ya que los normales ya no tienen efecto.

2 comentarios:

  1. Pues no sé yo si estoy muy de acuerdo... Yo veo a un poli con casco (sin moto) en una cabalgata de Reyes Magos y le tiro algo fijo!! Es como si tu mente leyera en el casco... SOY TU DIANA IDEAL!! JaJa

    ResponderEliminar
  2. No se queje, Sr. Agente, que para algo tiene usted en la nómina un complemento específico por peligrosidad que ya quisiéramos algunos :-)

    ResponderEliminar