sábado, 13 de noviembre de 2010

N-Sweet little Sheila

¿Cuanto puede vivir un gato? Depende de a quien le preguntes te dira una cosa u otra, pero la mayoria te dira que vivir mas de 20 años es casi imposible. Todo depende de la vida que haya tenido y, en este caso, vivir 24 años (aunque en mi familia no tenemos muy claro cuantos) es un indicador de la calidad de vida de mi Sheila.
Desde el año pasado, cada vez que la veia me despedia de ella porque pensaba que no la volveria a ver mas. La ultima vez fue este año, coincidiendo con el dia que España gano el mundial de futbol, en Torremolinos. Ya le costaba andar, estaba muy delgada y la pobre estaba un poco asustada de tanto follon, pero llevaba mas de un año asi. Todos nos haciamos la idea de que este dia llegaria, y ha tocado hoy. Se ha ido tranquilamente, durmiendose poco a poco, asi que me alegro de que no haya sufrido.
Recuerdo que llego un dia, pero ninguno recuerda la fecha exacta. Yo aun estaba en el colegio, asi que hace ya una eternidad. Yo propuse el nombre de Sheila por el titulo de una cancion de Modern Talking y se le quedo. Era una siamesa mezclada con gato callejero, muy bonita, con una mancha blanca muy graciosa en la nariz.
En su vida hubo momentos dificiles, como cuando tuvimos que separarla de sus 3 gatitos. Eran 4, pero uno nacio muerto. Me toco a mi asistir al parto en una maleta dentro de un armario. Ninguno era como ella. Antes de nacer la gente se los rifaba, cuando nacieron y ninguno era como ella nadie los queria. Sobrevivio a los 3.

Coincidio 2 años con Jacky, nuestro perro. Era increible como su lado de gato callejero era capaz de dominar a un perraco que podia comersela de un bocado. Le ponia la zarpa en la nariz, sacaba las uñas y el perro ni se movia.
Tuvimos que operarla de urgencia y dejarla esteril pues, cuando estaba preñada por segunda vez, sufrio un envenenamiento. Teniamos sospechas de quien fue, pero no podiamos demostrarlo. Si no hubiera sido por eso, no se cuantos hijos le hubiera dado tiempo a tener.
Cuando hoy me ha llamado mi padre para contarnoslo, yo no podia aguantarme las lagrimas. Era un miembro mas de mi familia y, como tal, la echare de menos.

3 comentarios:

  1. Joer, Kiko, qué racha. Si no fueses marchador hace tiempo que te habría borrado de mi Reader. En fin, que sepas que entiendo tus lágrimas.

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  2. Sabía que escribirías algo así de especial. Te lo agradezco mucho, pues, de alguna manera, es nuestra forma de llorarla y recordarla. Por eso me gustaría agregar algunas palabrillas a las tuyas.

    Nuestra dulce Sheyla, qué bien la has definido y cómo recuerdo todos esos momentos que has referido. Efectivamente, forma parte de la historia de nuestras vidas, sobre todo de la mía, pues desde que tengo uso de razón, la recuerdo a mi lado: en esas noches de pesadillas, mientras otros niños abrazaban a sus muñecos, yo la abrazaba a ella y sentía que me protegía;en mis llantos ocultos, cuando se aproximaba a mi cara y me lamía las lágrimas; aumentando mi insomnio cuando era imposible echarla de la cama; mirándome con esa carita de "por favor" cada vez que me hacía un bocadillo de jamón de York; dándonos calor en las tardes de invierno junto a la estufita...
    Cuánto la he echado de menos estos últimos años, esperando siempre llegar a casa, soltar la maleta en el patio y abrir la puerta para encontrar su recibimiento a maullidos. Qué difícil será la siguiente llegada sin encontrarla en el pasillo, sin tropezar con sus latitas, sin que te siga por la casa para que enciendas la estufa..., qué difícil será...

    Elena Rodríguez.

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  3. Siento escribir malas noticias, pero has de tener en cuenta que es la ley de la naturaleza y que, ademas, teniendo la cantidad de "protegidos" que tengo, mi probabilidad de sufrir perdidas es mucho mas alta.
    Esta entrada era algo mas dedicada a la familia, para que quedara en la red su recuerdo.

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