sábado, 7 de mayo de 2011

O-Comuniones

En cuanto llega Mayo, llegan las comuniones y el Agosto de muchas ventas y empresas que se dedican al merchandising de estos eventos. Aunque parezca mentira aun se lleva el traje de marinerito pero evolucionado pues les ponen hasta los galones de almirante.
Mi sobrino la ha hecho hoy y la familia ha acudido al evento en pleno. Como siempre pasa en estas cosas, sobre todo cuando te tienes que desplazar de Málaga a Cádiz, es que surjan incidencias. Por respeto al resto de miembros solo voy a contar las mías. En primer lugar se me olvidó la correa del pantalón y tuve que improvisar con un impredible que se me soltaba cuando me agachaba, con la consecuente caída de pantalones, pero que afortunadamente era leve y no dejaba ver nada que me dejara en una posición incomoda. Pude solucionarlo más tarde gracías a que mi sobrino me dejo su correa. Si, mi sobrino de 10 años, es que me he quedado con una cintura de avispa.
La segunda incidencia se ha repetido en el tiempo y es que mi hijo menor, por su corta edad, no lleva muy bien el estar callado en lugares donde se deba estar, así que me he perdido casi toda la ceremonia. Ya pasó en la anterior comunión, aunque el protagonista fue mi otro hijo.
El tema de la primera comunión ha cambiado en estos últimos 25 años una barbaridad. Yo recuerdo que tuve que recorrer un montón de casas de familiares para conseguir unas 15000 pesetas (90 euros) y no hubo convite ni nada. De hecho no recuerdo que hubiera ni tarta. Además los regalos eran de merchandising y, si no recuerdo mal, había unos cuantos bolis, unos diarios y alguna cosa más de esas.
Ahora, muchos niños, yo casi afirmaría que un 99%, hace la comunión por los regalos o porque los obligan los padres. Al que menos le cae la Playstation y, salvo que se tenga a un familiar beato en la familia, se libran de las biblías, los catecismos y los "recuerdos de mi primera comunión".
Con los convites también hay hasta cierta competitividad. Antes, los niños terminaban de comer y se quedaban allí en el salón molestando al resto del personal y a los camareros. Ahora, se contratan payasos, castillos flotantes y magos como termino general, si bien la competitividad hace que para traer mas adeptos a tu celebración y por tanto mas regalos para el "comunionado" la gente haga capeas, la haga en un circuito de karts o incluso te monte un circo.
Este año se ve que la crisis ha tenido también su influencia y hay un recorte en los presupuestos. Mi cuñado comentaba en tono de broma que de comer había unos entrantes, después unas gambitas y, para acabar, la tarta. Eso si, para beber toda el agua que quisieras. Me lo apunto porque no es mala idea.

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