jueves, 14 de julio de 2011

D-Los peligros de entrenar de noche

Como ya comenté, llevo unas semanas entrenando de noche cuando salgo de trabajar. Es una paliza pasarse toda la tarde al sol y después hacerse unas series o unos rodajes pero es lo que toca y se entrena cuando se puede. Prefiero eso a los madrugones porque después ando zombi todo el día.
La noche tiene muchos peligros, de hecho, donde entreno, lo considero el punto ideal para coger a alguien desconocido, darle una paliza y tirarlo por la cuneta que no lo va a encontrar ni el tato. Ya se estableció el punto de encuentro gay el año pasado pero este año solo he visto un par de coches sobre las 21 horas precisamente porque puede ser inseguro.
Lo más normal que te puedes encontrar allí a partir de las 22 horas son propietarios de perros que los dejan sueltos para que paseen libremente porque quien se va a imaginar que va a ponerse a entrenar allí un marchador de mierda. Las consecuencias de los perros sueltos más peligrosas no son que te ataquen, ahí la gente esta equivocada, la peligrosidad está cuando vas haciendo series y, como no hay mucha visibilidad, "prrrhh", pisas una cosa resbaladiza que por poco te hace caer y que te hace acordarte de la familia del dueño del perrito de marras. Te tiras todo el entrenamiento esperando que con el rodaje desaparezca de tu suela porque si no te toca buscarte un palito para limpiarlo pacientemente.
Al lado del río también existen otros animales, aparte de los indeseables de raza humana, y son las mosquillas y los mosquitos. Las mosquillas tienen un pequeño porcentaje de proteínas que te vienen muy bien cuando pasas por una nube de ellas que no te esperas y te entran hasta el esófago. Intentar escupirlas es imposible así que, tras un par de arcadas, toca tragar saliva y para adentro. Con los mosquitos piensa uno que está a salvo porque se mueve rápido. Error. Ayer me picó la abuela de todos los mosquitos a la altura del tobillo, justo por encima de donde cubría el calcetín. Tengo una roncha de 2 cms. cuadrados (mas bien redondeados) y me ha dejado hasta postilla.
Otro hecho peligroso es mi coche. Mi coche no está sucio, simplemente es que lo tengo camuflado para que pase por vehículo de desguace. La gente no me pone lávalo guarro para no coger una infección y la grúa no se lo lleva como abandonado porque ya lo conocen. Los amigos de lo ajeno si que no lo conocen y ayer tuve que reducir la distancia de las vueltas porque reconocí a 2 señores que se dedican a ello paseando tranquilamente por la zona a las 23:30. Una vez comprobado que mi coche no era su objetivo (ni ellos lo valoran susceptible de robo) pues me dediqué a seguirlos disimuladamente, tan disimuladamente como puede serlo un marchador entrenando a esas horas ya que casi todo el mundo piensa que soy "un zumbao". Estos señores rodearon cada uno por un lado un par de trailers polacos que había por alli estacionados y ya comprendí su objetivo. Quizás se noto mucho la mirada que les eché porque en el tiempo de llegar al coche (medio kilómetro) y llamar a los compañeros para avisarlos, ya se habían largado. Lo que se está perdiendo el atletismo con estos megacracks de la velocidad.
Y esta noche, 4x1000. A ver que toca hoy.

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